6/20/2010

Marruecos

VIAJE AL MORO
De nuevo nos encontrabamos preparados para dirigirnos a la Graganta del Todra en Marruecos, para practicar unos dias de escalada en sus expectaculares paredes, las cuales tienen una adherencia espectacular. Nos reencontramos con Miguelón, Whook, Eva y yo; el año anterior ya habíamos hecho este viaje y decidimos repetirlo debido al encanto que nos mostró Morroco. Como siempre Wook i Eva llegaron con retraso a Girona y cogimos el vuelo por los pelos..... Por poco la Guardia Civil nos requisa las cuerdas que llevabamos en el equipaje de mano. Almenos en el aeroperto tubimos tiempo de  comprar un poco de alcohol.
MARRAKECH
LLegamos a Marrakech y rápido alquilamos un Dacia Logan para movernos placidamente. Nos fuimos directos en los alrededores de la plaza Djemaa el-Fna, aparcamos el coche donde trabajaba Sofine (amigo marroquí, que conocimos el año anterior) pero el ya no trabajaba de aparcacoches ya que nos enteramos que ahora curraba en PACHA.
Total, nos movimos por la callejuelas que rodean la plaza hasta encontrar un lugar donde aposentarnos, previa discusión para estipular el precio. Seguidamente nos fuimos a la place para tomarnos un orange juice. La place es un lugar fascinante por la noche, se llena de numerosos puestos de comida y diversas atracciones de todo tipo. Sentarse en uno de los cafes que rodean la plaza y quedarse mirando todo lo que sucede es todo un espectaculo, pese que he estado en cinco ocasiones anteriores, cada vez que llego es como un nuevo reencuentro, el tiempo en la plaza transcurre a otra velocidad. Por la mañana deboramos kilómetros, atravesamos el Atlas para encaminarnos a Ouarzazate, por el camino Miguel i yo nos íbamos turnando el puesto de conductor.Los paisajes eran espectaculares, suelen intercambiarse  y son canviantes en funcion de la altitud y las condiciones climáticas aunque a veces parecia que estubieramos viajando por lugares con aspecto de planeta lunar,  Pero llegó el primer conflicto. Un par de polis marroquís nos dieron el alto , yo conducia el vehículo, el policia nos pidió la documentación del vehículo y mi permiso de conducir. Seguidamente me dijo que saliera del vehiculo y me dijo que habia excedido el límite de velocidad y que tenia que pagar unos 40 euros en dinares. Entonces le respondí que en ningun caso me habia excedido de la velocidad de la via y que me enseñara la fotografia donde salia la infracción. Estubimos un rato discutiendo, y yo le decia que no se lo pagaba y que me llevara a la comisaria para hablar con su jefe de lo succedido. El caso, es que en Marruecos todo se limita a no tener prisas. Cuando llevaba un buen rato discutiendo, el poli vio que no tenia la intencion de pagar y observbó que sus impolutos uniformes no me intimidaban por lo que me dijeron que ya me podia ir. Por cierto, vigilad con la poli ya que  hay policias que van con un radar portatil y esos SI que hacen fotografias, pero hay otros que van a la caza a ver si pueden pillar  algun turista. Dejamos atras el Valle del Dades y llegamos a las gargantas del Todra. Cansados del viaje nos alojamos y disfrutamos de una cena compuesta por unas tagines.

GARGANTAS DEL TODRA
Por la mañana, la idea era salir pronto para esquivar el sol, pero como siempre se nos hizo tarde....... menos mal que estaba Mohamed, guia que conociamos del año anterior el cual nos indico unos sectores por donde   no tocaba el lorenzo. Fuimos a la roca y comenzamos a trepar, estabamos solos, teniamos el rio a nuestras espaldas y Wook lo encadenaba todo. Miguel y yo seguiamos los pasos de David pero de segundos y Eva iba progresando paso a  paso. Aprovechamos todo el dia trepando. Los dias iban pasando y el cuerpo iba sufriendo el castigo del duro trabajo ejercido en la roca. La  roca era excelente, tiene una adherencia fuera de lo habitual. Los gatos se pegaban a la roca, no habia visto nunca una roca tan buena para los pies.Con Mohamed pasabamos buenos ratos sobretodo cuando llegabamos por la tarde al hostal. Compartiamos nuestras botellas de alcohol y  no veais como le gustaba al musulman el güisking. Pero es lógico, en el lugar para no haber, no tenian ni luz.Por la noche enchufaban un ratito un grupo electrógeno para que los huéspedes pudieramos cenar con un hilo de luz.
El miercoles  20 de mayo, era un dia crucial, el Barça jugaba la final de la Champions contra el Manchester  y eso se habia de ver. El Wook y yo eramos del Barça y el Miguelon era del Madrid. El pequeño inconveniente era que en el barranco no habia ni luz ni llegaba la señal de Tv, o sea que tocó coger el buga y desplazarnos 16 Km hasta llegar a Tinerhir. Como siempre llegamos un cuarto de hora tarde, el pueblo estaba abarrotado de gentes, las cuales se amontonaban alrededor de las terrazas de  los bares que habia al lado de la carretera. Me sorprendió ver multitud de marroquis vestidos con la camiseta del Barça. Yo para la ocasion iba vestido con una camiseta del Barça de la marca Meyba, asi que ya podeis calcular lo vieja que era, dare una pista, esa camiseta la vistió Migueli. Incluso los marroquis se sorprendian de ver mi camiseta y algunos, incluso,  estaban dispuestos a comprarla. Total al llegar el Barça ya ganaba 1-0, nos tuvimos que situarnos en la tercera o cuarta fila,  detras de los marroquis. Era chocante ver como la gente local vivia el partido; chillaban, gesticulaban  y se emocionaban viendo el match. Eramos como una prolongacion de la hinchada marroqui, el partido acabo 2-0 y al finalizar el match, la multitud se disgregó. Nosotros nos pusimos a cenar unas brochetes y unas ensaladas , lástima que no habia un buen cava, ya que la ocasion bien lo merecia. Mientras cenábamos vimos como algunos vehículos hacian sonar sus claxons y hondeaban banderas del Barcelona. Era una imagen subrealista. Despues de cenar nos fuimos a la Garganta, fue curioso porque llegamos al hostel, al mismo tiempo que otro marroqui , el cual  habiamos conocido por la mañana y que hacia de monitor de escalada. Al entrar al hostel vimos como Mohamed y sus amigos estaban bebiendo y habian cogido el puntillo. Nosotros les saludamos y mientras subiamos las escaleras oimos ruidos  en la entrada. Miguel, que subia el ultimo, nos explicó que abajo se habia producido una pelea contra el marroqui que habia llegado al unisono con nosotros. Al bajar a ver que habia sucedido no encontramos  a nadie pero habia un par de mesas rotas y el suelo estaba lleno de cristales rotos. Total nos fuimos a la habitacion y nos tomamos unos chupitos de Frangelico y de Wisky para celebrar lo acontecido.
La verdad es que los tres dias escalando sin parar nos habian dejado un poco tocados, las articulaciones comenzaban a darnos señales,  indicando que mereciamos un descanso. Por la mañana nos fuimos hacia el este, direccion Merzouga, para poder observar las dunas que hay en los alrededores.En el transurso del camino ibamos haciendo paradas para alimentarnos o bebernos  nuestros juice orange ya que el calor era sofocante. El paisaje por donde transcurríamos era muy árido; a veces encontrabamos áreas con palmeras distribuidas de forma discontinua, donde se podia observar  construcciones circulares. Estas, eran pozos, la mayoria de los cuales estaban secos ya que estaban abandonados. Por la tarde llegamos a Rissani, donde hicimos una parada y nos aprovisionamos de frutos secos. Sin perder mucho tiempo nos dirigimos a Merzouga ya que la luz comenzaba a escasear. Al acercarnos a Merzouga pudimos observar la fascinación del lugar, veiamos las montañas de arena y como la luz del ocaso incidia en ellas haciendo que se reflejaran unos  colores rojizos y dorados.Al llegar al pueblo , tocó lo de siempre, estipular donde nos quedábamos y regatear. Al final nos fuimos al Alberge la Tradition, parecia que teniamos las dunas en la puerta.  El paisaje era mágico, por la noche observamos como lejos de la luz uno puede apreciar la inmensa claridad que aportan las estrellas que inundan el cielo. Por la noche Eva no se encontraba bien del estómago, así que no cenó, nosotros nos pusimos las botas y despues de  cenar salimos al exterior. Fumamos unos cigarritos y disfrutamos del paisaje, quedamos que nos levantariamos pronto, alrededor de las 05:00 Am para poder subir a las dunas y asi observar la salida del sol. Por la mañana nos tocó madrugar y utilizar los frontales. Caminar por las dunas me sorprendió , el tacto era diferente, pisabas sobre tierra firme pero la arena era finisima y se te introducia por cualquier orificio. Decidimos subir la duna mas alta. Que duro se nos  hizo la parte final, uno se clavaba en la arena, los pies se hacian pesados y torpes, la sensación de cansancio apareció rápidamente y tuvimos que hacer paraditas para recuperar el aliento. Subiamos por el filo de la duna, parecia que de un momento a otro el  terreno se derrumbaria a nuestros pies, pero todo se mantenia igual. Las dunas eran espectaculares y el paisaje era  increible, todas las montañas de arena estaban modeladas a base de unas arrugas sinuosas por las cuales nos moviamos. Al final coronamos la duna, pero la salida del sol no fue como nos imaginabamos ya que una neblina nos estropeó las vistas. Desde la cúspide pudimos ver un grupo de turistas que se desplazaban con camellos por ese infinito mar de arena. Antes de que el sol comenzara apretar nos dirigimos hacia el sitio de partida. Al llegar al alberge nos dimos una ducha para sacar toda la arena que teniamos adherida a nosotros; parece mentira la cantidad de minisculo  mineral que a uno se le queda adherido a la piel y en las vestiduras. Ahora tocaba hacer el camino de vuelta, hasta Ouarzazate, la verdad es que moverte con ese clima, habiendo dormido poco, se hace pesado, pero es lo que tocaba. El Dacia se portaba bien pero no es que sea un coche muy comodo, menos mal que llevabamos el Ipod y podiamos oir la musica mediante la radio del coche. Al atardecer llegamos a Ouarzazate, recordabamos el restaurante donde habiamos estado el año anterior asi que lo tubimos claro  fuimos a reservar las habitaciones y rapidamente a cenar, ya que el viaje nos habia creado un vacio en el estomago.
Estubimos cenando con toda la clama, nos tomamos nuestro tiempo, ya que el dia habia sido cansino y despues de la tipica sobremesa nos fuimos a visitar el mundo de los sueños.
El dia siguiente llegamos a Marrakech, volviamos al kaos de la ciudad, intentamos atajar para llegar a la plaza, pero el resultado fue infructuoso, por lo que nos toco dar un par de largas vueltas hasta que nos situamos  y podimos llegar al lugar de destino. Esa noche estaba previsto salir de fiesta por la ciudad, pero yo no me pude agregar al grupo ya que mi estomago me hizo unas señales, las cuales daban a entender que me tocaba reposar, asi que enchufe el ipod para que el tiempo avanzara con mas armonia.
El viaje tocaba a su fin, se habia hecho corto, el año anterior  estubimos una semana mas , la cual  nos permmitio escaparnos hacia Esaouria para poder ver la costa de Marruecos y poder practicar Surf. En ese viaje se agrego a nosotros  Encarna y Monica, unas amigas de Eva, las cuales residen en Sitges.
Esaouria es un lugar magico, sus fachadas de color blanco cal, hace que todas sus callejuelas te transporten a un pasado lejano, su puerto  esta lleno de actividad y bullicio, sus gentes tienen el rostro marcado por las inclemencias del clima, rostros curtidos llenos de muecas intrinsecas a su profesion, pescadores con botes de  madera que no paran de repararlos con mucho esmero. Esta atmosfera te envuelve y las terrazas te invitan a sentarte y tomarte un poquito de tu tiempo.  Junto al puerto, Esauoria tiene una playa que se hace infinita a nuestra mirada, la cual se queda fijada en las cometas de los kitssurferos, parece que el cielo se tiña de colores. Viajamos por la carretera que une Esauoria con Agadir, las playas parecian desiertas y nos paramos en una en la que habia unos bloques de piedra perfectos para estirar los musculos. Estuvimos disfrutando del lugar, hasta que nos visito la luna y nos invito  placidamente abandonar la playa. Nos fuimos del lugar y hicimos parada y fonda en un precioso lugar. Aqui, al dia siguiente nos alquilamos unas tablas de surf y fuimos a buscar las olas, pero creo que no era el dia adecuado. Eso si nos pasamos un buen rato jugando con las olas y tragando espuma salada. La vuelta a Marrakesch , la hicimos por el interior, nos perdimos varias veces, pero nos dio la ocasion de subirnos a los arboles donde las cabras y ovejas digieren un fruto, que despues de pasar por sus estomagos, se prensa y se obtiene el apreciado aceite de argan. El viaje se hizo bastante complicado ya que subiamos por un puerto complicado. Repleto de curvas  muy cerradas y con unos precipicios escarpados en ambos lados de la carretera. Decidimos parar en un refugio de carretera, el cual tenia unas vistas preciosas. Por casualidad resulto que enfrente del refugio habia una zona de despegue de parapentistas. Una placa y una furgoneta destartalada asi lo indicaban. Y al dia siguiente llegamos a nuestro destino, para afrontar la dura realidad, esto se acabo.......















La foto que define todo del viaje..... esos dos engachaos todo el tiempo, menos mal que la policia marroqui al ver el perkal tubo que poner manos en el asunto, y si no que se lo digan a Eva.